miércoles, 20 de octubre de 2010

La pesadilla de la condesa.

Personajes:
Mamá Nicomio (MN)
Abuela Nicomio (AN)
Ding dong! Suena el timbre en casa de Mamá Nicomio, es Abuela Nicomio, su mamá.
MN:- Quien es?
AN: - Mamá!!
MN:- Ya voy!!  - empuja el cochecito con el niño que acaba de acostar y camina con paso decidido y enérgico hacia la puerta, abre – Hola má!! Pasá!! Pongo la pava?
AN: - Si – asiente débilmente, como esperando algo, comienza a dibujarse en su rostro una sonrisa desconcertada, beso de por medio con su hija, entra.-
MN:- Que hacés ma?  Y papi? –llena la pava con agua
AN:- Bien! – mantiene su gesto, entrega a MN un paquete de facturas-
MN: - Trajiste facturas!! Que rico!!- agarra el paquete y mira a su madre que ahora sonríe ampliamente- Que pasa? –espera expectante la respuesta-
AN: - Se limita a hacer un gesto levantando el mentón como señalando algo en el torso de su hija-
MN: - Dirige su mirada hacia donde lo indica la mueca –No!!!!!!!- ambas ríen intensamente.
Que paso? Paso algo que se repetiría innumerable cantidad de veces, tenía un sweter prolijamente arrugado casi a la altura del hombro derecho, afortunadamente,  lucía una preciosa camiseta para amamantar que había abrochado antes de acostar al bebé.
NOTA: Efecto colateral de la lactancia: perdida inconsciente de decoro.  

2 comentarios:

Alejandra dijo...

Jajajajajaajaja, me las imagino y ya me rio! Lo bueno es perder el decoro pero no perder nunca el humor!!!!

Abi dijo...

Yo creo que la pérdida de decoro es inconsciente y consciente también. Habrá ocasiones en que no te quede otra que "pelar teta" en una situación poco decorosa como un consultorio médico, un avión, un buquebus...