domingo, 3 de abril de 2011

Hoy cartografía.

Hoy con aire algo reflexivo, hablemos de límites. Parecieran ser sin duda alguna la meca de la maternidad, encontrarlos y ubicarlos en tiempo y forma supone la labor cumplida, o al menos gran parte de ella. Hasta donde pueden con nosotras? Donde se dibuja la delgada línea que separa libertad de libertinaje? Cuanto “espacio ceder” para permitir al padre oficiar de tal? Cuando dar un paso atrás? Nunca??
Máximas de los límites… infinitas, entre las más destacadas encontramos “El NO es muy importante” “ Los chicos necesitan límites, los piden a gritos” “No hay que desautorizar al padre” “No es No” y la corriente más combativa aporta el archi conocido “más vale un chirlo a tiempo…”
En fin, amplias preguntas para escuetas respuestas. La cosa es que en pleno uso de la conciencia o no, desde nuestro primer día en el cargo vamos dibujando el mapa, mapa que sin duda será escenario de cruzadas, guerras civiles, nucleares, terrorismo de estado y todo tipo beligerancias. Aparentemente de esto se trata, vamos cercando el camino con la certeza firme o temblorosa de que será lo mejor para ellos. Dudas… miles, siempre temeremos ser demasiado estrictas  o muy permisivas.  
Nota: Ojo!! Hay dos formas de entender “mi vieja es una copada”.  

4 comentarios:

Vicente dijo...

¿Qué dos formas hay de entender "mi vieja es una copada"?

Acá abajo, por nuestra parte, no se si habrás escuchado, Otto está en plena etapa de probar los bordes de la realidad (una y otra vez).

No sabemos si habrá sido su incursión en el sistema escolar (y el stress que le provocó) o simplemente la edad, pero la escucho a Abi suspirar mientras se acuerda de lo bueno que era su hijo la semana pasada.

No quiere comer, no quiere bañarse, no quiere ir a dormir, no quiere que se le cambie el pañal, ni que se le limpien los mocos, ni hacerse nebulizaciones, ni que le tomen la fiebre.

En cambio si quiere tirar sus camiones en picada desde el sillón al delicado parqué original de roble de Eslabonia; si quiere dibujar en las paredes; si quiere levantar unas tablitas sueltas del piso. Si abrir la heladera y jugar con la salsa de soja. Si tirar la comida al piso. Tele si. Vaciar la biblioteca de papá si. Tirarle del pelo a mamá si.

¿Qué tul eh?

Vicente dijo...

Ah! Y otra cosa. Acá la vecina del primero C dice que encontró una mantita de apego de polar. Seguro que era de Manolo, porque de Otto no era.

MamáNicomio dijo...

Adolescente A (me choca decirle Manolo) llena los delicados pisos de roble de Eslavonia de algunos individuos de su condición, depositan sus enormes y desporcionados pies sobre una preciosa mesa ratona, usurpan heladera, quien sabe alguna bebida espirituosa ... Adolescente B refiere:- "Che, tu vieja no se va a calentar??" A lo que "A" contesta: "Nooo, mi vieja es una copada!!!" (copada = boluda)

En lo que a Otto se refiere te cuento que me cuesta creer que el angelito que me cruzo en los pasillos sea capaz de probar de esa manera la paciencia de su mamá. De todas maneras, tu trayectoria me obliga a creerte, asi que les deseo a Abi la mayor de las paciencias (confieso haber largado una carcajada mientras leia como el adorable niño se rebela ante la autoridad)
La mantita es de Manolo nomás...
GRANDES SALUDOS PARA MIS VECINOS FAVORITOS

Abi dijo...

Se hace el bueno no más, pero no es taaaan bueno. No compres su mirada complaciente. Hoy por ejemplo estuvo seduciendo chicas de más de 20! ¡Por dios!

¿Te devolvieron la mantita?