Una vez que nos torturaron suficiente con; “Para cuando los confites??? El meterete promedio va por más y agrega a su infinito repertorio de preguntas inadecuadas “ y el baby?” Que no sería nada grave si uno pudiera detener su intromisión con un cordial: “mmm… ehhh… jajaja…” el señor, que tiene menos tacto que un elefante en un bazar, incurrirá en el interrogatorio toda vez que te cruce.
NOTA: No hablo de política, ni de futbol ni de salud reproductiva.
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