viernes, 8 de octubre de 2010

Dia compartido.

Me pregunto, sin el afán de recibir una respuesta que colme mis espectativas: Porque el día de la madre es también el día de la familia?
¿Para ponerle a la madre promedio actividades colegiales extensas que la priven de la posibilidad de reclamar atención especial? No!! Pensemos que por nuestra condición de madres, podemos con ello. Analizando fríamente la cuestión, si a Papá le tocara conseguir medias verdes “del verde del sapo Pepe”para el acto y organizar una reunión para auto-homenajearse, todo sin dejar su labor de tutor- encargado y sin olvidarse de comprar regalos para madre y suegra, nos veríamos inmersas en una nueva tarea: suplir en sus labores al padre de nuestros hijos en su día, que entró en pánico cuando no consiguió las medias en diez minutos.
Quiero decir, sin temor a equivocarme, en vísperas del día de la madre, que compartimos el homenaje porque, con sus más y sus menos y con nutrida colaboración de Papi, trabajamos todos los días para seguir construyendo nuestras FAMILIAS y ese es nuestro mejor regalo.
NOTA: En lo que a mi respecta mi familia es mi mayor regalo, pero siempre hay lugar para uno “menor” (léase, Papá Nicomio… pelando la billetera)
Le deseo a la musa que inspiró esta reflexión que haya encontrado las medias verdes, ella escribe www.nannacunetta.soy.es


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